sábado, 16 de enero de 2016

Los Tamboristas

Los Protagonistas: Las diferencias del que toca el tambor en Moratalla empiezan por el propio nombre, ya que aquí somos tamboristas en vez de tamborileros. Por otra parte, aunque se está incorporando tímidamente la mujer, lo cierto es que el tambor lo toca mayoritariamente el hombre porque la mujer se auto-excluye por el enorme esfuerzo que supone. No obstante, para los forasteros, diremos que el moratallero no es machista en este sentido, la mujer puede tocar lo que quiera sin que nadie se lo impida, de hecho hay mujeres que tocan estupendamente e incluso las hay que nos han representado muy dignamente en las Jornadas Nacionales. Esperemos que esta integración de la mujer tamborista sea cada vez mayor. Otra particularidad la constituyen los nazarenos que no van tocando el tambor y que, en ocasiones, superan a éstos en número. Se trata de amigos de una peña que acompañan a un tamborista y que esperan su relevo o, simplemente, de quienes se suman a la fiesta a su manera. También hay, aunque cada vez menos, quien aprovecha la ocasión para disfrazarse de la forma más extravagante, tocando o sin tocar. Esta costumbre parece tener su origen en la protesta de algunos nazarenos que se veían privados del tambor en épocas de intransigencia de la autoridad. Cuando sólo se tocaba Jueves y Viernes Santo, la tarde de este último día se denominaba <> porque era más propicia a esta práctica. Por último, diremos que también hay moratalleros que, en traje de calle, se colocan de pie en la acera de la calle Mayor simplemente para ver pasar a los tamboristas. Algunos de ellos fueron tamboristas expertos, por eso algunos nazarenos aprovechan para dedicarles sus mejores redobles esperando un gesto de aprobación.

La Túnica

La Túnica:Quizá sean las túnicas el elemento más singular de la Semana Santa Moratallera pues impactan a todo aquel que por primera vez las ve pues su gran variedad y singularidad tiñe de color las ya hermosas calles del municipio. Sus diseños son totalmente arbitrarios e incluso se pretende que cada una sea diferente a las demás, las hay de un solo color, de varios, estampadas, de retales o de remiendos, constituyendo un espectáculo multicolor y siempre cambiante. Quizá sean nuestras túnicas el elemento más singular de nuestra Semana Santa. Sabemos que impactan en los forasteros por su variedad y singularidad. Son totalmente arbitrarias e incluso se pretende que cada una sea diferente a las demás. Alguna peña hay, es cierto, que han salido con varias iguales últimamente, pero no es lo normal. Las hay de un solo color, de varios, estampadas, de retales o de remiendos, constituyendo un espectáculo multicolor y siempre cambiante.

El Tambor

El Tambor:   Aquí sigue siendo un instrumento puramente artesanal, que sólo saben construir determinadas y escasas personas especializadas. Para el moratallero, el tambor no constituye un elemento valioso por el precio de sus componentes, sino por el hecho de hacer coincidir el esfuerzo de varios meses de trabajo con el <> que supone la conjunción y asonancia de dichos componentes. Cuando un tamborista que se precie ha conseguido <> un buen tambor, no lo cambiará por nada del mundo, de ahí que lo cuide como algo único e insustituible. Muestra de nuestro carácter tradicional es que nuestros tambores no conocen el plástico y siguen utilizando una piel de oveja y otra de cabra, lo que supone, además de un laborioso proceso artesanal, una mayor fragilidad y, sobre todo, que cada una sea diferente y, además, no fácilmente reemplazable. Aunque se ha impuesto el uso de los tornillos, es cierto que están reapareciendo tambores de cordel que parecían condenados a la desaparición. Bienvenidos sean. Por tanto, si eres forastero, piensa que un buen tambor es solo más valioso para un tamborista. Si, por otra parte, quieres comprar uno, no lo puedes adquirir en ninguna tienda sino en casa de un artesano y encargándolo con varios meses de antelación puesto que no se fabrican en serie, sino personalizados.

viernes, 30 de mayo de 2014

Fiesta del tambor

 Moratalla, municipio español con un extenso término municipal ubicado en la denominada Comarca del Noroeste, situada en la Región de Murcia.
Aunque en Semana Santa se celebran procesiones, lo más característico de esta villa son las tamboradas celebradas los días de Jueves Santo, Viernes Santo y Domingo de Resurección. La tamborada es una tradición antiquísima cuyo origen se asocia al terremoto producido tras la muerte de Jesucristo en la cruz. No obstante, el comienzo de dicha tradición no esta todavía muy claro, se sabe que llegó a puntos cercanos a Moratalla a finales del siglo XVII, pero la versión más fidedigna es aquella que asocia la llegada del tambor con la de los Franciscanos en el S.XVI.


 
Durante el transcurso de la tamborada, que suele ocupar toda la jornada de los tres días anteriormente mencionados, los moratalleros, moratalleras y personas provenientes de otras localidades vecinas cuyo afán por el toque del tambor les empuja a adentrarse en este hermoso rincón del noroeste murciano, disfrutan con los constantes redobles de los tamboristas -no tamborileros-, la hospitalidad de sus gentes, la gran belleza que presentan sus calles y la elevada variedad de tapas típicas que ofrecen los baristas.
La mayor afluencia de tamboristas se da alrededor del mediodía y a últimas horas de la tarde, concentrándose en la zona conocida como la Farola y Plaza Tamallo, amén de sus calles aledañas y dispersándose a medida que avanza la noche.



La Túnica:

 Quizá sean las túnicas el elemento más singular de la Semana Santa Moratallera pues impactan a todo aquel que por primera vez las ve pues su gran variedad y singularidad tiñe de color las ya hermosas calles del municipio. Sus diseños son totalmente arbitrarios e incluso se pretende que cada una sea diferente a las demás, las hay de un solo color, de varios, estampadas, de retales o de remiendos, constituyendo un espectáculo multicolor y siempre cambiante.




         Las Jornadas Nacionales

 Con carácter anual y desde 1984, todo los pueblos en los que se disfruta esta fiesta tan particular como es la Semana Santa en su variante del toque del tambor, se reúnen en una localidad determinada para celebrar las Jornadas Nacionales de Exaltación del Tambor y el Bombo, más llanamente conocidad como "Las Jornadas". Estas Jornadas permiten que durante un fin de semana se puede disfrutar y en un único municipio de los particulares toques que posee cada pueblo, así como sus llamativas indumentarias. El municipio de Moratalla ha acogido durante dos ocasiones, concretamente en 1987 y 1997 la III y XII Jornadas Nacionales respectivamente, habiendo sido resignada para el año 2008 como villa que acogerá la XVIII edición de este evento de gran fervor popular, particularmente los días 29 de febrero, 1 y 2 de marzo, Moratalla volverá a vibrar al compás del toque y redoble de miles de tamboristas que recorrerán con sus dispares vestimentas y no menos llamativos tambores todos los puntos de la localidad, brindando al visitante la oportunidad de disfrutar y verse inmerso en una de las fiestas más antiguas de toda España.


   La Semana Santa de Moratalla es sinónimo de tambor. Una de las cosas más llamativas es que aquí el tamborista toca con la cara tapada con capirote y viste túnicas de los más variados colores y combinaciones.

Los días de toque de tambor son Jueves Santo, Viernes Santo y Domingo de Resurrección, desde las primeras horas de la mañana hasta el anochecer. Pero también hay lugar para las procesiones, destacando la del Cristo de la Sangre, la del Prendimiento, la del Silencio, la del Santo Entierro y el acto de Jesucristo Aparecido, patrón de la villa.                                                                            
                                                       LO MÁS ESPECIAL
La alternancia entre el toque del tambor con las manifestaciones religiosas. Hasta la llegada de la democracia, el toque del tambor era considerado por la autoridad como una costumbre pagana que debía cesar antes de la salida de las procesiones.

En la actualidad esta dualidad se ha atenuado llegando incluso la Cofradía del Cristo de la Sangre a incorporar un grupo de tambores a su procesión, con su túnica característica y toque acompasado. En la mañana del Domingo de Resurrección, muchos tamboristas se dan cita en la Iglesia Parroquial para recibir con sus redobles la salida de la imagen de Jesucristo Aparecido.

                                                            Semana Santa 2016